Dialogo en el tren entre Antonio y yo.
Antonio es un chico de mi pueblo, Méntrida, tres años mayor que yo. Le conozco porque es amigo de mi hermano mayor. Nos encontramos en el tren de Madrid, dirección Príncipe Pío, donde yo cojo mi autobús para el pueblo cuando venía del colegio de Madrid, un día a las 14,00horas, y el justamente iba a la oficina a trabajar…
- ¡Hombre, Antonio! ¿Qué tal, cuánto tiempo?
- ¡Hola Mónica! Pues muy bien, aquí de camino a la oficina, ¿y tú?
- Yo voy de camino a casa, que vengo del colegio y estoy agotada.
- ¡Ah! ¿Trabajas ya en un colegio? ¡No lo sabía!
- No Antonio, estoy de prácticas este mes. Todavía no he acabado la carrera, me queda un año.
- ¡Ah bueno! No te preocupes, no te queda nada ya.
- Ya, esto está chupado. ¿Y tú de que estas trabajando?
- Yo trabajo de administrativo en una oficina de una empresa transportista. Llevo ya casi un año ahí y la verdad, muy bien.
- Que bien. Da gusto estudiar algo y nada más acabar encontrar trabajo de lo tuyo. ¡Ojala me pase a mí al año que viene eso!
- Bueno tranquila, te queda un año todavía, esta crisis irá mejorando. Pero eso sí, estudia, saca buena nota en la carrera y prepárate bien las oposiciones al año que viene.
- Si, en eso estoy. Tengo notas muy altas, así que solo me queda aplicarme para las oposiciones, que pronto empezaré a estudiar ya, aunque quede un año.
- Pues ojala tengas suerte. Bueno, que mi parada de tren es la siguiente, me ha encantado verte por aquí, que hacía ya bastante que no te veía ni sabía de tí. Da recuerdos a tu hermano, a ver si voy por el pueblo y le hago una visita.
-Si, a mi también Antonio. Vale, yo se lo diré a mi hermano. Cuando quieras quedamos y tomamos algo para ponernos al día en el pueblo los tres, mi hermano, tu y yo. Pasa buen día en la oficina.
- Muchas gracias Mónica, y ¡suerte!.
